21 Oct Boletín Laboral – PROTEGER LA SALUD MENTAL EN EL LUGAR DE TRABAJO.
Boletín Laboral
Octubre 2021
PROTEGER LA SALUD MENTAL EN EL LUGAR DE TRABAJO
Abg. Marizabel Fernández Suzzarini
En el Día Mundial de la Salud Mental, la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), publicó una guía que suministra a empleadores y gerentes elementos claves a considerar al momento de evaluar los riesgos psicosociales e implementar medidas preventivas para proteger la salud y bienestar de los trabajadores en el contexto del COVID-19.
La guía propone una serie de medidas para ayudar a abordar los riesgos y desafíos, en diversas áreas, las cuales deben adaptarse a las especificidades del lugar de trabajo, tomando en consideración los diferentes sectores y contextos nacionales.
A continuación, les presentamos seis (6) áreas relevantes y las acciones sugeridas a valorar en el ámbito de la pandemia:
Seguridad en el trabajo: Con el fin de reducir la sensación de inseguridad laboral y ayudar a los trabajadores a mejorar su sentido de control sobre el futuro, se pueden considerar las siguientes acciones:
– Proteger a los trabajadores del despido improcedente si se niegan a trabajar en situaciones que exista una justificación razonable para creer que presenta un peligro inminente y grave para su vida o salud, de conformidad con el Convenio núm. 155 de la OIT sobre seguridad y salud en el trabajo.
– Recordar a los trabajadores sus derechos en términos de licencia y asegúreles que no hay riesgo de perder su trabajo si toman licencia por enfermedad (incluso por cuarentena), paternidad u otra disponible licencia para cuidar de dependientes en necesidad o enfermos.
– De acuerdo con los trabajadores y sus representantes y de acuerdo con la legislación nacional, introducir medidas temporales para evitar despidos, como trabajar temporalmente en horas reducidas (por ejemplo, trabajar menos horas por día o menos días por semana), reducir o prohibir las horas extraordinarias y reasignar a los trabajadores tareas en las cuales se vean menos afectados por la crisis.
– Explorar las opciones que están implementando los gobiernos para apoyar a las empresas y mano de obra para hacer frente a la crisis del COVID-19 (por ejemplo, subvenciones en efectivo, subsidios, esquemas de despido temporal y beneficios de licencia) antes de proceder a despidos.
– Establecer, en consulta con los trabajadores y sus representantes, planes para recuperarse de la crisis del COVID-19 (incluidos los cambios organizativos previstos) e informar a los trabajadores sobre la situación actual y los planes, con el fin de limitar los rumores y mejorar la predictibilidad percibida de los trabajadores y controlabilidad de sucesos futuros.
– Alentar a los trabajadores, sus representantes, supervisores y gerentes a comunicarse abiertamente en momentos de incertidumbre en el lugar de trabajo mediante reuniones periódicas, comunicaciones por correo electrónico y participación en proyectos grupales.
– Alentar a los trabajadores involucrados en despidos, o quienes regresen al trabajo con menos horas, para aprovechar el tiempo disponible y mejorar sus habilidades, incluso ofreciendo oportunidades de entrenamiento.
Liderazgo Gerencial: Para construir un liderazgo fuerte y demostrar compromiso para proteger la salud física y mental de los trabajadores, se pueden considerar las siguientes acciones:
– Mantenerse informado: busque información confiable de las autoridades nacionales y locales sobre el estado de la pandemia, las medidas adoptadas para limitar el contagio y los requisitos de salud y seguridad ocupacional (OSH) para estar preparados.
– Asegurarse de tener planes de negocio claros y protocolos de salud y seguridad ocupacional (OSH) y ajústelos según necesario.
– Dar prioridad a lo más importante: la seguridad de todos es tu responsabilidad. Consultar con los trabajadores y sus representantes para identificar qué acciones y medidas se necesitan para que las personas se sientan seguras, informadas, comprometidas y productivas.
– Compartir el propósito y los valores con sus trabajadores: esto es lo que les dará el sentido de pertenencia que necesitan en este contexto.
– Dejar claro a todos los trabajadores que la dirección está comprometida a ayudar activamente a los trabajadores promover y proteger su salud física y mental.
– Puede que una crisis no sea el mejor momento para establecer nuevas formas de operar, pero la pandemia no da opción a muchas empresas. Intenta aprovechar las nuevas experiencias durante la crisis del COVID-19 (en términos de nuevos métodos de trabajo, comunicación y herramientas) para lograr el cambio y la innovación en consulta con los trabajadores y sus representantes, que perdurarán a largo plazo.
– Tratar de reservar tiempo todos los días para concentrarse en mover su empresa y su fuerza laboral más allá de la situación de emergencia y prepararse para el futuro.
– Ser un modelo a seguir para su personal: su comportamiento en el trabajo envía un mensaje poderoso a sus trabajadores sobre la seriedad con la que deben tomarse la salud y la seguridad, incluso en relación con el estrés y la salud mental.
Comunicación, información y formación: Durante la crisis de COVID-19, se deben utilizar formas innovadoras de comunicarse, dada la necesidad de respetar medidas de distanciamiento para prevenir el riesgo de contagio. Se pueden utilizar varias herramientas para garantizar la comunicación y la provisión de información y capacitación en este momento, incluyendo correo electrónico, boletines, páginas web internas, herramientas de aprendizaje electrónico, videollamadas, reuniones y aplicaciones dedicadas para empleados remotos. En general, se pueden considerar las siguientes acciones:
– Ser claro y específico con sus mensajes, concéntrese en lo que los trabajadores necesitan saber y no tenga miedo de repetir los temas clave.
– Brindar información precisa y actualizada sobre los riesgos asociados con COVID-19 y las medidas para prevenir el contagio, basadas en datos científicos y los últimos consejos sanitarios oficiales, evitando rumores no confirmados y lenguaje hiperbólico diseñado para generar miedo.
– Crear un entorno en el que se pueda debatir sobre la enfermedad y su impacto, abordados de forma abierta, honesta y eficaz.
– Informar a los trabajadores sobre los resultados de las evaluaciones de riesgos realizadas para detectar cualquier posible exposición en el ámbito laboral al nuevo coronavirus y capacitarlos en las medidas de salud y seguridad ocupacional, y procedimientos implementados para prevenirlo, incluido el uso adecuado de equipo de protección individual.
– Informar a los trabajadores sobre su responsabilidad de adherirse a las recomendaciones prácticas de salud y seguridad ocupacional y sus derechos (por ejemplo, el derecho a retirarse de situaciones laborales peligrosas).
– Informar a los trabajadores y capacitarlos en el lugar de trabajo sobre los procedimientos en caso de presentar síntomas y resultado positivo para COVID-19, incluso en relación con la monitorización de trabajadores que pueden estar expuestos al nuevo coronavirus.
– Informar a los trabajadores sobre licencias, beneficios, políticas de tiempo libre u otros programas de asistencia puesto a disposición por el gobierno para lidiar con COVID-19 (si corresponde) y asegurarse que conozcan a quién contactar si tienen preguntas sobre estas opciones.
– Asegurar que toda la información relevante sea accesible para las personas con discapacidad y otros trabajadores que pueden no dominar el idioma oficial (como migrantes y trabajadores indígenas).
– Capacitar a gerentes y supervisores para que actúen como modelos a seguir, promoviendo seguridad y comportamientos saludables y un entorno de apoyo.
– Capacitar a gerentes, supervisores y trabajadores para reconocer y monitorear cualquier signo de depresión y trastorno por estrés (como comportamiento insatisfecho, comportamiento destructivo, retraimiento social, degradación del desempeño, ausentismo y presentismo).
– Capacitar a los gerentes y supervisores sobre cómo detectar la violencia y el acoso en el trabajo. y cómo, en la medida de lo posible, identificar signos que puedan sugerir que un trabajador es una víctima de la violencia doméstica.
– Enseñar habilidades para calmarse y mantener los ritmos naturales del cuerpo (por ejemplo, nutrición, dormir, descansar y hacer ejercicio).
– Informar a los trabajadores sobre cualquier iniciativa de apoyo psicológico disponible en el trabajo, incluido el acceso a servicios de asistencia externa, si están disponibles.
– Capacitar a las personas que trabajan desde casa sobre cómo trabajar desde casa de manera segura y eficaz, teniendo en cuenta los riesgos ergonómicos y físicos, así como los riesgos psicosociales.
– Educar a los gerentes sobre las mejores prácticas para tratar con trabajadores remotos, para que estén mejor capacitado para orientar y apoyar a sus equipos.
– Respetar la privacidad de los trabajadores: información sobre la salud de los trabajadores, problemas personales o los asuntos familiares no deben transmitirse a terceros sin el consentimiento explícito del trabajador.
Promoción de la salud y prevención de conductas de adaptación negativas: Para promover la salud y el bienestar de los trabajadores y evitar la adopción de comportamientos poco saludables para hacer frente al aumento del estrés relacionado con la crisis de COVID-19, se pueden considerar las siguientes acciones:
– Revisar los arreglos del tiempo de trabajo (incluidos los turnos, las horas extraordinarias y las horas de trabajo) en consulta con los trabajadores y sus representantes para mejorar el sueño y el descanso y para reducir la fatiga.
– Informar y educar a los trabajadores sobre la adopción de una rutina para un sueño saludable, que incluya el uso de aplicaciones móviles dedicadas (apps).
– Animar a los trabajadores a que hagan ejercicio con regularidad y proporcione información sobre cómo hacer ejercicio en casa, refiriéndose a la gran cantidad de recursos disponibles en línea para todos los tipos y niveles de ejercicio, incluidas aplicaciones, videos y clases transmitidas en vivo desde gimnasios y yoga y estudios de danza.
– Animar a los trabajadores a mantener hábitos saludables tomando descansos regulares, sin perder comidas y tomar decisiones informadas sobre lo que comen.
– Asegurarse que los trabajadores estén informados sobre los beneficios de los estilos de vida saludables y brinden apoyo práctico sobre cómo actuar.
– Informar y educar a los trabajadores sobre el alcohol y las drogas, incluidos los problemas relacionados con ellos, las medidas para evitar que ocurran tales problemas y los servicios disponible para ayudar a los trabajadores, tanto dentro como fuera de la empresa (incluyendo información sobre servicios de derivación, asesoramiento, tratamiento y rehabilitación programas).
– Capacitar a los supervisores y gerentes para que puedan identificar cambios en el desempeño laboral de los trabajadores y otros comportamientos y signos que puedan indicar posibles problemas relacionados con el alcohol o las drogas y poder remitirlos a los servicios de apoyo y/o a los profesionales de la salud
– Cuando se proporcione o suministre comida en el trabajo, haga que las opciones saludables estén disponibles y accesibles.
Apoyo social: Para mejorar el apoyo social y crear un entorno de trabajo positivo, pueden ser consideradas las siguientes acciones:
– Utilizar enfoques de apoyo para los equipos, por ejemplo, reconociendo y normalizando las emociones relacionadas con experiencias compartidas.
– Organizar periódicamente encuentros o reuniones virtuales para que los trabajadores puedan compartir sus inquietudes y sugerencias con gerentes y supervisores sobre los procedimientos e iniciativas implementados para enfrentar la crisis del COVID-19 y asegurar que sus opiniones sean debidamente consideradas.
– Asegurar que los trabajadores puedan solicitar apoyo cuando lo necesiten.
– Establecer canales para que los trabajadores expresen inquietudes y temores que enfrentan en esta situación sin precedentes y para hacer preguntas sobre los riesgos para su salud y bienestar.
– Alentar a los trabajadores a mantenerse conectados y mantener las redes sociales por teléfono, correo electrónico, redes sociales o videoconferencia.
– Promover la interacción social entre trabajadores remotos, estableciendo descansos virtuales para el café durante las horas de trabajo y fomentando la charla en el recreo.
– Establecer relaciones estrechas entre la dirección y el trabajador para que los trabajadores y los directores puedan apoyarse unos a otros.
– Valorar y reconocer el buen desempeño laboral y la contribución positiva de los trabajadores.
Apoyo psicológico: En este contexto, se pueden considerar las siguientes acciones:
– Integrar iniciativas de apoyo psicológico en el plan de respuesta del COVID-19 en el lugar de trabajo.
– Crear un sistema de compañeros para monitorear el estrés y el agotamiento y brindar apoyo.
– Prestar atención a los trabajadores con condiciones preexistentes de salud mental y discapacidades psicosociales, quienes pueden ser menos capaces de hacer frente durante este período y pueden necesitar más apoyo.
– Poner a disposición de los trabajadores técnicas de reducción del estrés y de autocontrol (por ejemplo, en línea clases de relajación y meditación, tutoriales y aplicaciones).
– Informar tanto a los gerentes como a los trabajadores sobre cómo pueden acceder a los servicios de salud mental y psicosocial y programas de asesoramiento y facilitar el acceso a tales servicios, incluidos los programas de asistencia al empleado (EAP).
– Mantener la confidencialidad sobre los servicios prestados a los trabajadores individuales.
Palabras Claves: OIT, trabajo, soporte psicológico, derechos, salud, protección social, mujeres, hombres, COVID_19.
Fuente: Microouris
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