Dorta Martinez | Los contratos inteligentes no dejaran-rincon sin revolver
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Los contratos inteligentes no dejaran-rincon sin revolver

Los contratos inteligentes no dejaran-rincon sin revolver

Desde que la cadena de bloques hizo su aparición en 2009, y, sobre todo, a partir del año 2016, no ha habido otra tecnología sobre la cual se haya escrito tanto, y que constantemente ocupe titulares de artículos, periódicos, revistas, sitios web y conferencias en todas partes del mundo.

La primera blockchain fue conceptualizado por una persona (o grupo de personas) conocido como Satoshi Nakamoto en 2008. Fue implementado al año siguiente por el alias (aún no sabemos quién es realmente) como un componente central de la criptomoneda Bitcoin, donde sirve como libro público (ledger) para todas las transacciones en la red.

Mediante el uso de una cadena de bloques, Bitcoin se convirtió en la primera moneda digital en resolver el problema del doble gasto sin requerir una autoridad de confianza, y ha sido la inspiración para muchas aplicaciones adicionales.

Las palabras “bloque” y “cadena” se usaron por separado en el artículo original de Nakamoto, pero finalmente se popularizaron como una sola palabra, blockchain, para 2016, año a partir del cual comenzó a tomar relevancia de forma creciente.

Para ser usada como un ledger distribuido, una blockchain es típicamente administrada por una red peer-to-peer que se adhiere colectivamente a un protocolo para comunicación entre nodos y la validación de nuevos bloques. Una vez registrados, los datos en cualquier bloque determinado no pueden alterarse retroactivamente sin la alteración de todos los bloques posteriores, lo que requiere el consenso de la mayoría de la red.

La invención del blockchain para Bitcoin lo convirtió en la primera moneda digital en resolver el problema del gasto doble, sin la necesidad de una autoridad confiable o un servidor central. El diseño de Bitcoin ha sido la inspiración para otras aplicaciones.

Un bloque a la vez

Una base de datos de blockchain es administrada de forma autónoma, utilizando una red punto a punto y un servidor distribuido de sello de tiempo. La autentificación se ejecuta por colaboración masiva, impulsada por los intereses personales de los actores en la red.

El resultado es un flujo de trabajo robusto, donde los participantes confían en la seguridad de los datos y transacciones. El diseño de una cadena de bloques confirma que cada unidad de valor, caso de las criptomonedas, se transfirió sólo una vez, resolviendo así el problema del doble gasto.

Los bloques contienen lotes de transacciones válidas que están codificadas en un árbol de Merkle, una estructura de datos basada en hash usada para verificación. Cada bloque incluye el hash criptográfico del bloque anterior en la cadena, uniéndolos. Los bloques así vinculados forman la cadena. Este proceso repetitivo confirma la integridad de cada uno de los bloques, desde el actual hasta el primer bloque original.

 

Varias cadenas

Actualmente, hay tres tipos de redes de blockchain: públicas, privadas y de consorcio.

Blockchain públicas

Una blockchain pública no tiene absolutamente ninguna restricción de acceso. Cualquier persona con una conexión a Internet puede enviar transacciones, así como convertirse en un validador (es decir, participar en la ejecución de un protocolo de consenso). Usualmente, estas redes ofrecen incentivos económicos para aquellos que las protegen y utilizan algún tipo de algoritmo de Prueba de Trabajo (PoW) o Prueba de Participación (PoS).

Bitcoin y Ethereum son dos de las blockchains públicas más grandes y conocidas.

Blockchain privadas

Para adherirse a una de ellas se necesita de autorización.  El acceso, tanto de los participantes como de los validadores, está sujeto a restricciones.

Este tipo de blockchains puede considerarse un término medio para las empresas que están interesadas en la tecnología blockchain en general, pero que no se sienten cómodas con el nivel de control que ofrecen las redes públicas.

Blockchains de consorcio

A menudo se dice que una cadena de bloques de consorcio está semi-centralizada. También es autorizada, pero en lugar de que una sola organización lo controle, varias empresas pueden operar un nodo en dicha red. Los administradores de una cadena de consorcios restringen los derechos de lectura de los usuarios como mejor les parezca y sólo permiten a un conjunto limitado de nodos de confianza ejecutar el protocolo de consenso.

Versión 2.0

Superando ya la utilidad inicial de servir como soporte transaccional a las criptomonedas, la cadena de bloques comenzó a ser considerada para nuevos usos. Nace entonces la Blockchain 2.0, y, con ella, los llamados “contratos inteligentes”.

Los contratos inteligentes son programas que codifican ciertas condiciones y resultados, y que se ejecutan con poca, o ninguna, intervención humana. Al ocurrir una transacción entre 2 partes, o un evento específico, el contrato es capaz de verificar si las condiciones acordadas han sido satisfechas, produciendo entonces el resultado pertinente: pagos, envío de mensajes, mercancías, actualización de inventarios, cualquiera que haya sido especificado.

Al desarrollar programas listos para usar que funcionan en condiciones predeterminadas entre las partes, los contratos inteligentes aseguran un servicio de custodia seguro, en tiempo real, a un costo marginal casi nulo.

Además de las transacciones financieras, que es donde han tenido mayor adopción, los contratos inteligentes ahora incursionan en infinidad de campos, incluso al sistema legal. Sistemas de contabilidad transparentes para compilar datos sobre ventas, almacenar registros de derechos de autor, hacer seguimiento del uso digital y los pagos efectuados a creadores de contenido, las aplicaciones de blockchain no hacen más que multiplicarse cada día más.

Activos inteligentes

Dado que blockchain es un registro de activos descentralizado, también se puede usar para registrar la propiedad y la transferencia de cualquier activo digital, además de bitcoins. Este es el concepto detrás de los activos inteligentes.

Un activo inteligente es aquel que tiene acceso a la cadena de bloques y puede responder a condiciones o reglas contenidas allí, de forma que pueden ser controlados. La propiedad sobre un auto podría estar representada en la cadena de bloques como un activo digital. Al tener acceso a la información contenida en la misma, su estado podría actualizarse tan pronto las condiciones que lo definen se produzcan.

Estas son algunas de las compañías de blockchain más influyentes, según Richtopia…

Un informe del Foro Económico Mundial de septiembre de 2015 predijo que para el año 2025, el diez por ciento del PBI mundial se almacenaría en tecnología blockchains.

A principios de 2017, los profesores de la Escuela de Negocios de Harvard, Marco Iansiti y Karim R. Lakhani, dijeron que Blockchain no es una tecnología disruptiva que socava el costo de un modelo comercial existente, sino que es una tecnología fundamental que “tiene el potencial de crear nuevas bases para nuestra economía y sistemas sociales”.

Predijeron además que, si bien las innovaciones fundamentales pueden tener un enorme impacto, “llevará décadas el que la cadena de bloques se filtre en nuestra infraestructura económica y social”.

 

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